Un mercado es un lugar ligado a la cultura de la ciudad, y por ello apostamos, como objetivo fundamental, por recuperar el concepto tradicional de “plaza de abastos”. Lugar de intercambio colectivo que forma parte del tejido urbano y social de todo asentamiento. Una plaza cubierta, abierta, flexible y accesible para todos.

La rehabilitación del antiguo mercado de abastos de Roquetas de Mar, representa la oportunidad de recuperar un edificio con una gran identidad propia, un lugar de transición donde la ciudad se diluye, convirtiéndose en campos para el cultivo. Un mercado es un lugar ligado a la cultura de la ciudad, y por ello apostamos, como objetivo fundamental, por recuperar el concepto tradicional de “plaza de abastos”. Lugar de intercambio colectivo que forma parte del tejido urbano y social de todo asentamiento. Una plaza cubierta, abierta, flexible y accesible para todos. Que además toma en este contexto una importancia clave al estar en una región caracterizada por su espectacular huerta de frutas y verduras y los pescados del mar Mediterráneo.

Presentamos una propuesta cuyo funcionamiento se basa fundamentalmente en la articulación de 4 muros que penetran en la estructura existente consiguiendo: recoger el flujo peatonal del entorno hacia el mercado, favorecer la relación con el tejido urbano existente, configurar un soporte para las instalaciones y señalética, resolver la sectorización del espacio interior del Mercado y otorgar una imagen nueva respetando y poniendo en valor el Mercado Original.

Esta sectorización permite diferenciar entre una gran zona de puestos de venta, frente a un espacio más lúdico relacionado con el ocio y la gastronomía, situado en la entrada principal. Los muros que permiten crear estos ambientes son permeables visualmente y los puestos fijos son transparentes y livianos, este hecho favorece la iluminación natural general del edificio y el protagonismo de los productos que se venden en el Mercado. En los extremos finales de estos muros la pared de lamas se pliega creando un plano horizontal. Bajo este espacio se pueden organizar actividades más flexibles, que caracterizan cada zona del Mercado.

Estos elementos articuladores se apoyan en una plataforma – pavimento que acompaña a la intervención resolviendo los accesos, desniveles y entorno inmediato, se complementan con la inserción de vegetación en sus proximidades y se guían respetando la estructura del edificio existente, que recupera su imagen original y conserva intacta su imagen representativa.